viernes, 17 de agosto de 2012

Felipe II, Tiziano y la “La Metamorfosis” de Ovidio.

Felipe II, rey de España durante la segunda mitad del siglo XVI y gran mecenas del arte, conoce a Tiziano, en Milán, en diciembre de 1548, y volverá a encontrarse con él, en Augsburgo, en 1551, mientras posaba, el entonces príncipe Felipe, para el retrato, de cuerpo entero con armadura, encargado por su tía María de Hungría. María, hermana del Emperador Carlos V, gran admiradora de la pintura flamenca del siglo XV y del pintor veneciano Tiziano, le encargó una serie de retratos de familia, entre los que se encuentran el de “Carlos V a caballo, en Mühlberg” y el del príncipe Felipe que vemos.


Antes de conocerse personalmente Felipe y Ticiano, Felipe admira la obra de Ticiano, especialmente los retratos, a los que tiene acceso en las colecciones reales.

Carlos V, fundador de la dinastía Augsburgo en España, es el iniciador de las grandes “colecciones reales”; gran mecenas de las artes, veía en ellas uno de modo para promocionar sus ideales políticos, pero la pintura, para él, no se podía utilizar para este fin, la considera un arte privado. Pero esta idea se rompe al conocer, en la ciudad de Parma (1529), a Tiziano.
 En 1532 comienza a encárgale retratos y cuadros de temas religiosos, encargos que duraran hasta 1556 en que tiene lugar la abdicación en el príncipe Felipe.
 De este periodo me gusta especialmente el retrato de Isabel de Portugal, esposa de Carlos V.

Felipe II hombre inteligente, gran erudito y de gusto artístico refinado gracias al estudio de las ”colecciones reales” y a los viajes por Europa en su juventud, y gracias a su curiosidad, llego a ser el gran mecenas de las artes, aumentando enormemente la colección de obras heredada de su padre y de su tía María. No podemos olvidar que, en parte, la promoción de artistas y la infinidad de encargos que realizo se debieron a la gran fortuna que atesoro procedente de las colonias americanas.

Entre Felipe y Tiziano se consolido una intensa relación durante más de treinta años. Cuando se conocen en 1548 el príncipe tiene 20 años y comenzaba asomarse al horizonte político europeo; el artista esta en los sesenta, y es una de las figuras del arte italiano y europeo.

Felipe pretendió que Tiziano se estableciera en la corte española, cosa que no consiguió, al igual que antes no lo habían conseguido Carlos V, ni el Papa Paulo III, conformándose Felipe con establecer con él una relación de la que ambos obtuvieron provecho. El artista se convirtió en “primer pintor” del rey de España, sin tener que permanecer en la corte y verse constreñido a la vida cortesana; el rey consiguió gran cantidad de cuadros, pintados por el artista, a un coste mínimo para la bolsa real.
Realmente la relación entre ambos fue una relación epistolar, de la que se conservan más de quince cartas, no muchas para unos contactos que duraron un cuarto de siglo.
El primer encargo de Felipe a Tiziano fueron diez lienzos de gran formato, algunos de temas mitológicos, recibiendo a cambio una generosa pensión; en- cargo que en 1562 se había cumplido, siguiendo trabajando para Felipe hasta 1576.

  Los cuadros de tema mitológico:

En el renacimiento se comienza a interpretar alegóricamente los hechos y características de los dioses mitológicos, que entran a formar parte de un plan iconográfico más amplio y complicado. A los programas pictóricos encargados por las cortes renacentistas se les pide que resalten las virtudes y que sirvan como alusión al poder político y a las cualidades de sus gobernantes, de las grandes batallas y de las gloriosas victorias. Los encargos destinados a las cámaras privadas y a los dormitorios solían ser de tema picante, narrando las aventuras amorosas de los dioses.

La principal fuente de inspiración para los artistas fue la mitología griega y romana y en especial la “Metamorfosis” de Ovidio.

La colección real española ya contaba con cuatro grandes cuadros de tema mitológico pintados por Correggio, que habían sido regalados a Carlos V por Federico Gonzaga. Simbolizan a Júpiter seduciendo a Ganímedes, Leda, Io, y Dánae.
Se consideran los cuadros más eróticos del renacimiento. Dos de ellos representan el acto del coito y los otros dos los momentos anteriores y posteriores.
Estos cuadros conocidos como los” amores de Júpiter”, debieron inspirar a Tiziano en su serie “poesías”.

  “Las poesías” es el nombre que dio el propio Ticiano a la serie de pinturas realizadas entre 1553 y 1562.
  Los asuntos representados fueron: Dánae y la lluvia dorada, Venus y Adonis, Perseo y Andrómeda, el rapto de Europa, Diana y Calixto y Diana y Acteón. La historia de Medea y Jasón no llegó a realizarse.
Todos son de tema amatorio, estan destinados a los aposentos privados del rey, e inspirados en la “Metamorfosis” de Ovidio, e influidos, como hemos dicho, por los “ Amores de Júpiter” de Correggio.
La finalidad de los lienzos era, mostrar la belleza de la mujer desnuda desde distintos puntos de vista para el puro deleite visual del rey y de su círculo más intimo. Y no como en algún momento se peso, tenían significado filosófico, político…

  Haciendo un inciso recordar que “Diana y Acteón”, "Diana y Calixto”, pertenecientes a la Nacional Gayeri de Londres, han servido, en la actualidad, como referencia a tres artistas contemporáneos, Mark Wallinger, Chris Ofili y Cnrad, Ahawcross y a tres coreógrafos de la Royal Opera House para realizar un proyecto complejo que une el arte, la danza, la poesía y la música. Iniciándose de nuevo el juego de las mutaciones y que se ha podido ver en julio en Londres ( para más información leer el reportaje ”La maldición de la diosa Diana” del suplemento Babelia 14 de julio, periódico el País)

  Regresando al XVI, decir que a muchos historiadores les sorprende que un hombre tan religioso como Felipe II encargara una serie de cuadros eróticos.

  Las Obras:

Los dos primeros encargos entregados fueros” Dánae” y “Venus y Adonis”.
Ambos cuadros estaban destinados a cámara del rey, estaban concebidos para colgase juntos y se complementaban entre sí. De aquí el fragmento de una de las cartas que Tiziano enviada a Felipe donde justifica la interpretación, diciendo:

"Y porque la Dánae, que ya he enviado a Vuestra Majestad aparecía totalmente de frente, he querido que en esta otra poesía se vea la parte opuesta ( del cuerpo) para que la sala donde vayan a colgarse sea más placentera a la vista” ( carta de 19 de junio de 1559) “ Dánae”




El tema que representa esta inspirado en el fragmento de “la Metamorfosis” de Ovidio narra: que un oráculo había predicho a Acrisius, rey de Argos y padre de Dánae, que recibiría la muerte de un hijo de ésta, para evitarlo la encerró en una torre. Júpiter no se dejo disuadir y se metamorfoseó en lluvia de oro para visitar a Dánae.

  Influida por la Dánae de Correggio, se diferencian en que Tiziano sustituye el Cupido por una “dueña” que recoge la lluvia de oro en su delantal.

 

El tema fue tan exitoso que el taller de Tiziano realizara varias versiones, como la “Dánae” realizada para el emperador Rodolfo II, que se considera de las más trabajadas por Tiziano. Al igual que en el lienzo del museo del Prado, Dánae está acompañada de su anciana nodriza, quien, en este caso, recoge la lluvia de oro en una fuente. En el cielo se puede intuir la presencia del rostro de Zeus entre nubes. Otra novedad la encontraríamos en las rosas y las monedas que aparecen sobre el lecho.


 
 
“Venus y Adonis”

Recoge el fragmento de” la Metamorfosis” en que se relata: que la diosa Venus se enamora del joven cazador Adonis, quien desoyendo las advertencias de Venus, salió en persecución de un jabalí, siendo víctima del animal. Tiziano representa la escena en el momento en que Venus trata de impedir que Adonis salga, reteniéndolo con el brazo. El grupo de figuras, interpretado a modo de friso recuerda a los sarcófagos romanos.



Las siguientes poesías que llegaron a Madrid fueron “Diana y Calisto” y “ Diana y Acteón”, también, son concebidas como pareja, teniendo en común, además de la diosa protagonista, el tema, el formato y una composición similar

“ Diana y Acteón”

  Acteón era hijo de Autonoe y nieto de Cadmo, el fundador de Tebas. Agotado por la sed, durante una cacería, entró en una gruta donde manaba una fuente. Era esa la fuente predilecta de Diana y allí solía bañarse por lo que Acteón sorprendió a la diosa desnuda, en pleno baño. La irritación de la diosa fue tal que arrojó a la cara de Acteón unas gotas de agua que transformaron al joven en ciervo. Acteón salió corriendo de la cueva y sus propios perros le devoraron.


Tiziano cambia la gruta donde se desarrollan los hechos por una construcción abovedada, corriendo el joven un cortinaje que le permite ver a Diana y sus ninfas desnudas. Un riachuelo separa al cazador, acompañado de un perro, del lugar donde están las mujeres desnudas, cuyo perrillo ladra ante la llegada de los desconocidos.

 " Diana y Calixto"

Calisto era la ninfa preferida de Diana. Mediante engaños, Júpiter la había seducido y la ninfa había quedado embarazada. Una tarde, Diana y sus ninfas decidieron desnudarse junto a una fuente para mitigar el calor y como quiera que Calisto no se despojara de sus vestidos, Diana ordenó a las demás ninfas que la desnudaran. De esta manera se hizo visible el embarazo. Diana expulsa a Calisto de su lado y Juno, irritada por la infidelidad de su marido, convierte a la ninfa en osa. Júpiter se apiadó de la pobre Calisto y de su hijo y los convirtió en estrella, siendo éste el origen de las constelaciones llamadas Osa Mayor y Menor.



Tiziano ha elegido el momento de máxima tensión, cuando las ninfas desnudan a Calisto mientras que Diana, rodeada de su corte, aparece como juez supremo. Los gestos y las posturas refuerzan la tensión del momento, especialmente el rostro de Calisto que no puede hacer nada para evitar ser desnudada y la posición de Diana ratificando su decisión.

En ambos lienzos Tiziano recurre a las posturas en escorzo para acentuar la tensión, bañando el escenario de luz dorada que resbala por todas las figuras, resaltando las calidades y los brillos de las telas. Tampoco renuncia a interpretar los gestos de los personajes, resaltando los rostros de la ninfa que se esconde tras el pilar o la que sujeta la cortina que Acteón echa hacia atrás. La mirada irritada de Diana y de sorpresa de la ninfa negra también son dignas de mención. Las pinceladas son rápidas y fluidas, creando efectos atmosféricos que diluyen los contornos gracias a la intensa luz empleada.

  Finalmente, completaban este grupo de seis poesías (recordemos que Jasón y Medea no llegó a realizarse, aunque según algún autor se conserva el dibujo preparatorio) las historias de Perseo y Andrómeda (1562) y El rapto de Europa (1559-1562). De nuevo se trata de dos obras concebidas para colgar juntas, cuyos elementos en común son la presencia del mar y la composición, marcada por una diagonal. Los temas son opuestos: mientras que Perseo y Andrómeda narra la liberación de la joven antes de ser devorada por el monstruo marino, la otra pintura cuenta un rapto, el de Europa a manos de Zeus, convertido en toro.

“El rapto de Europa”



Es una de las obras consideradas más brillantes del genero, en una sola escena combina la comedia y la tragedia, y narra cuando la joven es llevada por Júpiter que la ha engañado bajo el disfraz de toro blanco La violencia del rapto ha sido remarcada al situar al toro y a la joven en primer plano, en una postura forzada, creando una acentuada diagonal definida por la sensual y bella figura de Europa. Los amorcillos que acompañan a Zeus refuerzan el movimiento del conjunto al igual que las telas al viento que permiten contemplar parte del cuerpo de la muchacha. Al fondo podemos apreciar el paisaje de la costa donde las compañeras de Europa observan con inquietud el rapto, gritando y realizando gestos ostentosos. La luz y el color los verdaderos protagonistas de la composición. Una luz dorada baña la escena, acentuando contrastes entre zonas de luz y sombra, al tiempo que se crea una perfecta sensación atmosférica. Los colores son bastante limitados, aplicándolos con fluidez y rapidez, consiguiendo efectos de abocetamiento, especialmente en el fondo.

Sobre la ubicación de estas seis poesías, que tardaron varios años en estar todas reunidas en manos de Felipe II, se ha propuesto que estuvieran colgadas en el palacio de Aranjuez. Ya vimos que Tiziano, en la carta dirigida a Felipe II en 1554, comentaba que iban a estar destinadas a un "camerino", pero no se sabe si este lugar tuvo una existencia real. Ya en el siglo XVII, se sabe que se encontraban en el llamado "cuarto bajo de verano" del Alcázar de Madrid, lugar privado de Felipe IV al que éste se retiraba después de comer.


Por útimo decir que en todos estos cuadros vemos  características generales de la pintura veneciana del Renacimiento como:

La utilización del lienzo como soporte para pintar al oleo, lo que les  da una pintura más luminosa  y de colores más brillantes.

A los pintores venecianos les preocupa más el color que el dibujo, por lo que en los cuadros prevalece el color sobre el dibujo.

Llama también la atención la atmosfera dorada que envuelve los lienzos, siendo el color el mecanismo del que se sirven para plasmar esa luz dorada.

Sorprende:
La sensualidad de los cuerpos femeninos desnudos.


La presencia de personajes y elementos exóticos en las escenas, no olvidemos que la República Veneciana en un emporio comercial y controla el comercio con oriente.