martes, 17 de mayo de 2011

Postimpresionismo: Cézanne, Gauguin, Van Gogh, Toulouse-Lautrec

A finales del siglo XIX y primeros años del XX, un grupo de pintores impresionistas, después del analizar los planteamientos del impresionismo, lo cuestionan, lo critican, e inician una nueva forma personal de pinta, basada en la recuperación del dibujo y en la preocupación por captar no sólo la luz, sino también la expresividad de los personajes y cosas que aparecen en el cuadro. En sus obras, no renuncian a los colores vivos, la pincelada amplia y cargada de pintura, ni a los temas de la vida cotidiana, pero en ellos nos dan una visión más subjetiva del mundo

A este grupo de pintores los denominamos Postimpresionistas.



El término «Postimpresionismo» lo empleó por primera vez en 1910 , el pintor y crítico inglés Roger Fry, en la exposición, de Londres, que tituló «Manet y los postimpresionistas» sobre pintura francesa de finales del siglo XIX.
El postimpresionismo no es propiamente un estilo artístico con unos rasgos técnicos definidos y fácilmente identificables. Se trata, más bien, de un término con el que se designar a un grupo de artistas que lo único que tienen en común son sus inicios impresionistas, que pintan de forma muy personal, y desarrollan nuevas vías de expresión artística, considerándose por ello precursores de algunos de los movimientos pictóricos más importantes del siglo XX: Cézanne de cubismo, Gauguin del movimiento “nabi” , y Van Gogh del fauvismo, expresionismo.


Paul Cézanne.

En su etapa impresionista aprendió a observar los objetos del natural y la importancia de la luz. Pero pronto se distancia de este grupo y centra su interés en la recuperación de los volumen gracias a la geometría, el dibujo y la definición de las formas mediante pinceladas que han sido llamadas constructivas, todo esto sin renunciar a los colores intensos, y las sombras coloreadas.

Más que captar el natural, le interesa análisis y la elaboración de la obra en el taller





Rompió las leyes de la perspectiva, aceptadas desde el Renacimiento, combinando diversos puntos de vista en el cuadro, como vemos en este bodegón con manzanas.





"Los jugadores de cartas"

En esta obra tanto las figuras, como la composición en su conjunto, presentan una estructura arquitectónica, compuesta por formas geométricas elementales






El tema de la montaña suministró a Cézanne la oportunidad de hacer visibles las características de su pintura, y que él mismo expone en una carta escrita a Paul Bernard en 1904: "tratar la naturaleza mediante el cilindro, la esfera y el cono, en perspectiva, de tal manera que cada costado de un objeto o un plano se dirija hacia un punto central. La naturaleza para nosotros, hombres, se presenta más en profundidad que en superficie". Es, sin duda, esta concepción de la imagen, la que más participa del gusto cubista, aunque los cuadros de Cézanne permanezcan alejados de lo que luego será el movimiento cubista.





En esta obra titulada " La montaña de Santa Victoria", nos muestra en primer término, un breve camino que se pierde rápidamente en la verde espesura de la vegetación, y al fondo una montaña . Conseguido con la yuxtaposición de colores cálidos y fríos, en pinceladas amplias, que definen manchas geométricas, en las que el paisaje se deja reconocer con claridad.

Los efectos de la luz sobre los colores del paisaje, solo le interesan por su capacidad de crear volúmenes

Paul Gauguin

Renuncia a la perspectiva, suprime el modelado y las sombras, e identifica la sensación de plano al igual que en las estampas japonesas

Destaca por el uso expresivo del color con tonos fuertes, vivos y muchas veces arbitrario que dispone en grandes planos delimitados por ritmos lineales curvos.

El color lo pune al servicio del significado simbólico o la idea del cuadro, sin someterse a la apariencia cromática de la realidad, en lo que se adelanto al fauvismo del siglo XX
Su obra es referente del simbolismo y su sentido del color influirá en los fauvistas y expresionistas
Tiene dos temas preferentes el " primitivismo" de Bretaña y el mundo exótico de Tahití







Esta obra " La visión después del sermon: Jacob luchando con el ángel" muestra un grupo de mujeres bretonas que tienen una visión, inducida por el sermón que acaban de escuchar.
Es una obra sencilla en el tema y las formas, compuesta por grandes manchas de color intenso perfiladas por un borde negro, en lo que vemos la influencia de la estampa japonesa y la técnica del «cloisonnisme». Los «cloison» son los compartimentos contorneados en negro o azul en los que se aplica el esmalte de color en las piezas de cerámica.
El espacio y los colores arbitrarios refuerzan el mensaje del cuadro



"Calvario bretón"
Representación a base de superficies planas y decorativas, como se aprecia en la obra







"Mujeres tahitianas"
Esta obra la realizó Gauguin durante 1891, su primer año de estancia en Polinesia. La escena representa a dos jóvenes tahitianas sentadas en la playa. Una de ellas realiza un trabajo artesanal, mientras que la otra tiene una actitud meditabunda.
En esta obra, utiliza la técnica desarrollada en su etapa bretona para superar las limitaciones expresivas del Impresionismo, y transmitir el primitivismo de la escena. Por una parte, aplica gruesas pinceladas de colores planos sobre el lienzo, en áreas delimitadas por el dibujo negro («cloisonnisme»). Las formas se han depurado y simplificado en consonancia con el mensaje de sencillez y armonía con la naturaleza que nos quiere dar. Por otro lado, Gauguin consigue un efecto decorativo mediante el uso equilibrado del color, que está presente en tonos puros y brillantes.
El mensaje simbólico de la inocencia, lo transmite mediante la florerilla del suelo, y las que llevan las mujeres en el pelo. El uso de flores para simbolizar la inocencia será una constante en su obra.





"¿De dónde venimos...?"
Las preocupaciones vitales de Gauguin tuvieron reflejo en muchas de sus obras, pero en ninguna tanto como en esta. Ya el mismo título compendia la formulación de los grandes enigmas de la existencia humana: «¿De dónde venimos? ¿Qué somos? ¿Adónde vamos?»
Se trata de un lienzo de grandes dimensiones: 139'1 x 374'6 cm. La composición gira en torno a la figura central, que está un poco desplazada hacia la derecha. Se basa en dos triángulos inscritos en las dos mitades del lienzo. En el de la izquierda se incluye el ídolo y dos figuras humanas sentadas en el suelo. En el triángulo de la derecha entran todas las personas del grupo de esa zona del cuadro.

Van Gogh.

Es un apasionado del color como vehículo para expresar las frecuentes depresiones y angustias que padeció.




Su pincelada es muy característica, sinuosa, cursiva y espesa; los colores son a veces agresivos con contrastes no frecuentes, amarillo sobre naranja. Abre las puertas al expresionismo del XX.





"Café de noche. Interior"

En la composición de la escena, destaca el punto de vista muy elevado y en diagonal. Una puerta abierta provoca una mayor sensación de profundidad. La perspectiva está algo distorsionada, subordinada a las necesidades expresivas del artista.
El cuadro es una auténtica sinfonía de uso arbitrario del color a base de pares de complementarios. Es llamativa la contraposición del verde (techo, mesa de billar, mostrador con botellas) contrapuesto con el rojo de las paredes. Van Gogh se muestra más comedido en la contraposición del azul de los veladores con el naranja de las sillas. Con este vigoroso uso del color van Gogh dejó escrito a su hermano Theo que buscaba «crear una atmósfera de horno infernal, de azufre desvaído, para expresar el poder de las tinieblas de un tabernucho.»
En esta escena de interior, la luz proviene únicamente de las lámparas del techo, y de la habitación que se abre en la pared del fondo. En esta atmósfera asfixiante aparecen varios parroquianos juntos en el mismo local, pero en una pesada soledad.






"La habitación de Vincent en Arles"


Esta vez se trata simplemente de su dormitorio; por lo tanto, solamente el color debe hacerlo todo.

Cualquier cosa podía servir a van Gogh como motivo de trabajo. Lo esencial era el tratamiento cromático que se le daba para transmitir el estado de ánimo del pintor.
En el caso de su habitación Vincent transmite un uso expresivo del color: la silla era más oscura, pero la pinta amarilla (su color predilecto en Arles). También sabemos que el suelo era de baldosas rojizas, que se transforman en un color rosa terroso. Las paredes en realidad eran blancas, pero Vincent, para reforzar la viveza del color elige para ellas un azul claro, complementario de los naranjas y amarillos predominantes en los objetos. Los toques de rojo en la manta de la cama y de amarillo verdoso en ventanas y sillas añaden viveza al conjunto. Al marcar el dibujo en negro, se consigue enfatizar aún mas el uso de los colores llenado los objetos.
La pincelada es tremendamente pastosa. Con frecuencia pintaba con los colores extraidos directamente del tubo, sin mezclas. Por eso gastaba mucha pintura, y cada poco pedía colores a su hemano Theo. Al aplicar el color sigue la veta de la madera, reforzando su presencia.
En cuanto a la composición, la perspectiva y el tamaño relativo de los objetos están deliberadamente distorsionados. Sabemos que las paredes izquierda y la del fondo formaban un ángulo de 120 grados, por lo que la mesa está paralela a la pared del fondo. Esto también explica que la cama parezca más cercana al fondo en nuestra parte izquierda que en la derecha, dejando sitio para la percha con las ropas.
Hay críticos que han querido ver en la repetición de parejas de objetos (dos almohadas, dos pares de cuadros, dos sillas







"La noche estrellada"

En este cuadro combina dos de los elementos que más le apasionaban durante esta época de su vida: los cipreses y las estrellas. Van Gogh ya había pintado varios nocturnos, con deslumbrantes estrellas.
La composición de este cuadro está marcada por la presencia de los cipreses, que se alzan como dos llamas negras sobre un cielo estrellado con la luna en cuarto menguante al fondo. La línea del horizonte está baja, dando el protagonismo al cielo. La presencia imponente de los cipreses a la izquierda queda equilibrada por la de la luna, a la derecha. Hay un contraste entre la verticalidad de los cipreses y la horizontalidad predominante en el cielo estrellado
La pincelada sigue siendo pastosa y alargada, pero ha evolucionado hacia grandes espirales y remolinos, que intensificaban la sensación de dramatismo en sus obras.
Se aproximó a la naturaleza con vigorosas pinceladas coloristas, evocadoras de las emociones internas del artista. Su experimentación subjetiva, ejemplificada en Noche estrellad preludió el expresionismo




Toulouse-Lautrec.

Es el cronista pictórico de la sociedad de su tiempo, la bohemia y los bajos fondos
Nos refleja el ambiente de los salones nocturnos: bailarinas, cantantes y prostitutas son sus modelos. En su técnica el dibujo, la captación del movimiento y la carga irónica y caricaturesca es esencial. . Son característicos sus arabescos y las tintas planas. Fue el impulsor del cartel. En sus obras, destaca: Moulin Rouge.









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El pintor tiene su museo permanente en la ciudad holandesa de Amsterdan, si no puedes visitarlo te dejo la dirección de su sitio web Es interesante que entres en el apartado: "Vicent van Gogh a vista de pajaro". Buena información de su vida y so obra.

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